Tiempo: Sol y nubes
Ni la luna llena ni el atardecer, nada es tan perfecto como estar con mi hermana, mi cuñado y mi primo disfrutando de un día completo en Tarragona.
Paseando por la antigua ciudad romana de Tarraco y viendo a su magnífico anfiteatro romano que mira al mar Mediterráneo, compramos algo de comida para preparar más tarde, mientras toda la historia romana se mezclaba con la urbe más moderna. A partir de las compras volvimos a casa y preparamos gazpacho para comer y unos pinchos de pollo.
Por la tarde Xavi, mi primo, al que recordareis por Perú o Marruecos, se desplazó a Tarragona en tren con lo que fuimos hasta la estación de trenes para recogerle y empezar a disfrutar de su presencia.
Después del paseo volvimos a casa donde al poco rato llegó del trabajo Marc. Los cuatro juntos ya fuimos a dar otra vuelta y tomar algo en el mismo lugar que el día anterior, delante de la catedral.
Con buenas conversaciones y una temperatura maravillosa estuvimos hasta que el hambre se adueñó de nosotros y volvimos a casa para preparar la comida definitiva. Preparamos navajas frescas, para continuar con okonomiy, esa comida japonesa que comimos en Hiroshima y estaba realmente buena. Una buena cena de sueño para un sueño, nada mejor en la vida.
Etiqueta: La vuelta al mundo
08 / 09 / 16