Trayecto: Zaragoza - Alfés
Distancia recorrida: 142 km
Tiempo circulando: 8:13 horas
Velocidad media: 17 km/h
Tiempo: Sol y nubes
Entrada a Catalunya y como siempre en estos casos un sentimiento reencontrado y felicidad por volver a un lugar querido y estar cada vez más cerca del final.
Como siempre me dedicaré a hablar de mi día con detalles y con ganas de terminar esta crónica para estar más cerca del final.
Desayuno completo, preparación y despedida… muchas gracias por ayudarme ha sido un placer Pilar y Marta y seguro que un futuro no muy lejano nos volveremos a ver, eso ya no me parece nada difícil después de haber llegado a la misma península ibérica y estando tan cerca, lo cual no podía decir en otros casos.
A partir de ahí salir de Zaragoza pasando por el centro y viendo la famosa Basílica del Pilar me alejé feliz de volver a surcar carreteras asfaltadas y sin grandes dificultades, ya que aquí la nacional 2 seguía existiendo hasta Fraga, a unos 90 kilómetros de Zaragoza.
Con el calor creciente y las llanuras fáciles con inclinación descendiente, no tuve demasiadas dificultades y si además contamos con el ánimo de Oscar, Elena y Gael que pasaron con la furgoneta ya diría que fue una de las mañanas más fáciles y tranquilas de mi paso por España en todo este tiempo.
Luego ya se complicó un poquito con una suave inclinación ascendente hasta que llegué a pocos kilómetros de Fraga.
A partir de ahí a sufrir un poquito más y sin pararme demasiado continúe hasta Catalunya!!!!!!! Ilusión por estar más cerca y por volver a hablar catalán, aunque en esas zonas el catalán difiere del mío por la pronunciación más fuerte de las vocales. La gente me tomaba como uno más e incluso alguno, al preguntarme de donde venía en castellano, le conteste en mi catalán: - de donar la volta al mon… I él, al adelantarse para hablar con su compañero le dijo, este barcelonino me está vacilando…
Ya en otras tierras pero iguales que las anteriores y con el atardecer asomando entre sus soles y horizontes ya decidí pararme entre Sunyer y Alfés y encontrando un prado muy bonito y escondido, tan seguro como creía que iba a ser, me instalé por última vez con mi casita de tela, esa que me ha ayudado y salvado de innumerables problemas y seguro que por lo menos de mil picaduras de mosquitos.
Esa última noche me decidí a comerme casi todo lo que tenía, ya que el día siguiente llegaba a Tarragona con mi hermana y Marc con lo que metí toda la pasta en la cazuela y con una pequeña hoguera me puse a cocinar junto a una lata de fabada que llevaba por emergencia y algunas otras cosas, también por última vez en esta vuelta al mundo me puse a comer con mi bicicleta al lado las estrellas que me habían acompañado todo este tiempo.
Etiqueta: La vuelta al mundo
06 / 09 / 16