Trayecto: Madrid - Almadrones
Distancia recorrida: 127 km
Tiempo circulando: 9:01 horas
Velocidad media: 14 km/h
Tiempo: Sol y nubes
Uno de los días más horribles de mi rodada por España y aunque empezó genial con el riquísimo desayuno que me preparó Marga en la capital, tan solo con el hecho de tener que pasar esa gran ciudad con mi bicicleta y sin ninguna ruta clara ya era la premonición de lo que vendría después.
España en si ha mejorado constantemente las vías para los coches, transformando constantemente vías nacionales de dos carriles de ida y vuelta y convirtiéndolas en su lugar por autovías enormes, sólo aptas para coches y prohibida para otros vehículos, como la bicicleta. Tal es así que la nacional 2 de Madrid a Barcelona tiene tan sólo unos tramos desde Zaragoza a Lérida sin tocar y todo lo demás es una aventura en la que el GPS tiene que estar casi todo el tiempo funcionando y las carreteras de asfalto son algo que uno desea; pero nunca llega.
Mi día esta resumido en las líneas anteriores y es que nada más despegar en Madrid los cambios de direcciones obligados ha sido la nota predominante de mi pedaleo, teniendo que pararme más de lo acostumbrado. Para hacer los 127 kilómetros no he dejado de estar en movimiento, descansando sólo en los puntos marcados por mí para comer algo, a los 30 kilómetros, a los 60 y a los 90, con mis habituales frutos secos y el bocadillo de tortilla de patatas que me había preparado Marga.
Una tras otra, las carreteras iban pasando por diversas zonas completamente distintas, calles madrileñas, parques, carreteras sin asfaltar pasando junto a la vía de trenes de alta velocidad, caminos de cabras, carreteras asfaltadas sin un solo coche ni vida aparente, y pueblos que no sabía ni que existían, eso fue todo lo que me deparó ese maldito tramo que me recordaba a la España del siglo 19 y eso que se creen que tienen unas carreteras del 21.
Desde aquí quiero y creo que debo quejarme por esa situación que no ayuda más que a ese medio de transporte que siendo mayoritario no ayudan a los demás, es una situación que no pasa en Estados Unidos porque siempre tienen una alternativa para continuar en cualquier medio de transporte, sea por que ponen carriles bici paralelo a las autovías o sea porque siempre hay una opción paralela en forma de nacional.
En fin… pasando ese mal rato que duró casi 11 horas me paré, después de encontrar una gasolinera en el área de descanso del kilómetro 103, un poco de agua y un lugar donde acampar en un campo cerca de la carretera paralela a la autovía. Una vez ahí me acomodé instalando la tienda con la luz del sol que creaba el alba y encendiendo una hoguera para poder cocinar un bol enorme de pasta y sin ningún perro que molestara, ni ningún fantasma, para irme a dormir reventado del día tan duro que había tenido.
Etiqueta: La vuelta al mundo
03 / 09 / 16