Aunque el título de esta crónica parezca el de una película de los hermanos Marx, el motivo es que tenía ganas... muchas ganas de bicicleta. Como Eslovenia es un país muy pequeño, alcancé muy pronto la frontera de Croacia.
Vi Eslovenia desde lo alto de mi bici a lo largo de un día. El motivo es muy sencillo: mi camino continuaba hacia el sur, por la costa. Me encanta el mar. Siendo Eslovenia tan chiquitín, Croacia apareció temprano.
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07 / 09 / 14