Trayecto: Entre Venegas y Huertecillas - Concepción del Oro
Distancia recorrida: 125 km
Tiempo circulando: 8:26 horas
Velocidad media: 15 km/hora
Tiempo: Nublado
Y amanecí entre nubes, con algún susto más por ruidos extraños; pero sin ningún percance, que era lo importante y tal era la ilusión que me incorporé rápido, recogí las cosas y me despedí del lugar sin ningunas ganas de volver a pasar una noche más en ese lugar.
Con un poco de frio y sin nada de agua ya me esforcé para rodar, rodar y rodar en solitario y sacando algunas fotografías para la posteridad con algún correcaminos que me se me cruzó justamente por el camino y ¡mira que son lindos al verlos corretear de lado a lado!, se entiende como alguien tuvo la idea de hacer unos dibujos animados con ese animal.
65 kilómetros hasta que llegué sediento a San Tiburcio y busqué una taquería para rellenar los bidones de agua y mi barriga de rica comida.
Con todo lo que tenía ya lleno, seguí sin mucha energía; pero con ganas por la autopista 54 sin arcén y como si fuera un coche más cubriendo el derecho de los dos carriles, aunque era cierto que muchos coches no pasaban por esas carreteras, con lo que pude circular tranquilo hasta que me cansé y decidí parar. Como esta vez no quería sorpresas pregunté donde había una iglesia y me indicaron que en el pueblo de Concepción del Oro, aunque debía salirme de la autopista para subir cuatro kilómetros hasta la iglesia.
Sin muchas opciones más y con las ganas de pasar una noche tranquila de verdad arranqué la subida dejándome las rodillas de nuevo por las duras pendientes. Una hora tardé en subir y justo al ver la iglesia los ojos se me iluminaron, lo malo fue que esa bonita iglesia estaba totalmente cerrada y poco antes de mi llegada se habían ido todos.
Desesperado después de esa dura subida y con ganas una recompensa merecida pregunté en la alcaldía por si sabían algún lugar donde dormir y efectivamente... un policía bien amable me hizo el favor de buscarme un sitio seguro como era el auditorio o el polideportivo, como se dice en España. Eso sí, tenía que esperar a las 22 horas cuando los niños terminarán de jugar a baloncesto.
Con un tiempo extra me quedé en la alcaldía con otro policía conectándome a internet y escribiendo estas líneas hasta la hora indicada en la que, después de buscar las llaves, me dejaron descansando en ese espacio tan enorme para mí solo.
Etiqueta: La vuelta al mundo
06 / 04 / 16