Tiempo: Sol (temporada seca)
Último día con la familia de José Inés y no podía faltar una visita a una de las playas más reconocidas de El Salvador, la playa del Cuco.
Antes había trabajo por hacer: ir a buscar maíz a casa de unos conocidos de José, allí pesar las bolsas para que todas tuvieran sus libras exactas y no sobrará ni faltara nada. Estuvimos así toda la mañana arriba y abajo, sacos y más sacos, yendo de un lado para otro a recoger y pesar sacos de maíz transgénico, si transgénico, que es el que el estado subvenciona para plantar a todos los salvadoreños, aunque aún hay gente, que sabiendo su importancia, planta el típico maíz criollo.
Por la tarde pasamos por las tiendas de José Inés para que Charles pudiera comprar una tarjeta para el teléfono y de ahí salimos, con toda la familia, hacia la playa del Cuco.
Unos 10 kilómetros de distancia desde la casa de José en la que las subidas y bajadas se hacen constantes, hasta que el océano Pacífico se abre ante nosotros imponente y azul, despertando mis ansias de bañarme en él.
Aún así esperé un rato para poder comer algo en un restaurante de la zona donde toda la familia, junto a Charles y Denise, nos sentamos a disfrutar del pescado frito, bien rico y sabroso, junto a una cerveza. Después salí como una bala hasta el agua desde donde saqué buenas fotografías del atardecer salvadoreño, pensando en mi siguiente aventura y soñando entre colores de atardecer.
Etiqueta: La vuelta al mundo
03 / 01 / 16