Trayecto: Somotillo (frontera Nicaragua Honduras) - Choluteca (Honduras)
Distancia recorrida: 57 km
Tiempo circulando: 3:41 horas
Velocidad media: 14 km/h
Tiempo: Sol (temporada seca)
Sin mucho esfuerzo me levanté de la colchoneta para recoger mis cosas, sin mucho esfuerzo llegué a la ciudad que convivía en la frontera de Nicaragua y sin mucho esfuerzo me comí mi última enchilada de arroz en tierras nicaragüenses y sin mucho esfuerzo pasé la primera frontera de Nicaragua pagando 2$ de salida del país con otro enfado y otro ¿qué le haremos? ya que si no lo pagas no pasas y… ¡mira que lo intenté! y ya sin mucho esfuerzo llegué a la entrada de la aduana de Honduras....
Con mucho esfuerzo y, sobretodo, mucho tiempo invertido pasé la aduana de Honduras. Dos horas de espera en una cola kilométrica en la que los hondureños que querían volver o los nicaragüenses que querían salir, eran procesados en la misma cola consiguiendo que me hartara de esperar e incluso me tuviera que enfadar por algunos vivos que se querían saltar la cola. Cuando terminé debía llegar a las 4 horas de espera. Este era el récord de espera en una frontera y con tanto tiempo perdido debía entrar por fin a Honduras, el segundo país más peligroso de América.
Entre miradas serías y sin sonrisas de bienvenidas atravesé los primeros negocios de hondureños. Sin mirar atrás y saludando a todo el mundo de manera algo nerviosa y preocupada iba pasando tiendas y más tiendas con un toque a viejo que aún despertaban más alarmas en mi cabeza. Pasado los primeros kilómetros mi corazón se fue relajando cuando empecé a sentir que la gente me volvía a saludar como en los países anteriores, entre sonrisas y niños emocionados por mi carruaje de dos ruedas animados gritando: ¡GRINGOOOOO!
Así pasé estos minutos de ansiedad para seguir con buenas sensaciones durante mi viaje restante en Honduras. En ello una familia me pidió que me parará en su casa y me invitó inmediatamente a un vaso de agua, a rosquillas de queso y a un café mientras me preguntaban emocionados de donde era y se informaban de todo lo que para ellos era una utopía: poder viajar alrededor del mundo. Como vi que era una familia numerosa con una multitud de niños y, sobretodo, buena gente, les regalé el balón que traía de León para que jugarán con loa niños de la comunidad.
Un paso muy importante para sentirme del todo feliz y sin preocupaciones con las que continuar el camino hasta que llegué a Choluteca, la primera ciudad de Honduras y en la que me hospedé tal y como me recomendó Dani, el otro cicloturista catalán, que ya había pasado por ahí. El me contó que era bien acogido y así me sentí yo cuando me dejaron todo el espacio que quisiera para bañarme, cocinar o incluso ver la televisión. Allí encontré aún más motivos para relajarme y estar tranquilo así que decidí dar una vuelta a la ciudad, antes de que anocheciera.
A mi vuelta, ya de noche, me cociné un poco de pasta y socialicé con algunos bomberos de allá, con el que guardaré un grato recuerdo de mi primera estancia en Honduras.
Etiqueta: La vuelta al mundo
29 / 12 / 15