Tiempo: Sol
¿Dónde estamos? En Ecuador y ¿qué hay aquí? Justo la línea del Ecuador. A 13 kilómetros de Quito está la línea que divide el hemisferio sur del hemisferio norte, de otra manera dicho de la línea de la mitad del mundo. Como esto no nos lo podíamos perder a un día de que Xavi volviera a su lugar de residencia: San Francisco, cogimos un taxi y nos plantamos allí, después de un rápido desayuno a base de dulces y croissants.
Ecuador es uno de los países que cruza la línea ecuatorial, fue elegido por científicos internacionales como base para realizar investigaciones geodésicas allá por el siglo XVII. Allí definieron esta línea con el nombre de Ecuador y fue una de las principales razones por las que el país se llama así.
Fuimos para poder pasar del norte al sur del planeta en un solo paso. Me pude pasar 10 minutos en modo: “ahora estoy en el norte, ahora estoy en el sur… sin parar de dar pasos de un lado a otro como si fuera un tonto.
El lugar donde se encuentra esta línea es un gran museo sobre geografía y las particularidades del país. Después de un duro regateo nos dejaron entrar y nos explicaron todas las características y curiosidades de esa línea del mundo en la que estábamos. Primero nos hablaron de las diferentes tribus del Ecuador y sobretodo de esa zona en las que tenían unas creencias y habilidades muy curiosas. También de los diferentes monumentos que la humanidad, muchos años atrás, había construido en estas zonas teniendo conciencia de esta línea.
La condición de encontrarse en ese punto geográfico exacto en el globo terráqueo, que está, como todos sabemos, achatado por los polos (me encanta esa frase), hace que algunos puntos de Ecuador sean los más cercanos al sol del planeta y los más alejados al núcleo de la tierra. Esto provoca unas condiciones que producen una fauna y flora endémicas bastante interesantes. En los diversos pabellones de esta ciudad museo puedes encontrar información sobre muchas de estas particularidades.
Como ya he comentado las mediciones para definir la línea ecuatorial se realizaron en el siglo XVII. Al día de hoy, con los avances de la técnica, las mediciones GPS han demostrado que hubo una ligera variación entre la Línea Ecuatorial definida por aquellos científicos y la que definen los satélites. La diferencia no es de más de 100m, prácticamente nada teniendo en cuenta los instrumentos con los que hicieron los cálculos en aquel entonces, pero suficiente para aprovechar ese error y plantar, justo al lado de mitad del mundo, el Museo Inti Ñan, que reivindica la verdadera situación en “la mitad del mundo“.
Este museo es un “centro didáctico interactivo“ y la verdad es que es mucho más divertido que el otro. Este se basa en curiosidades y se juega con ellas.
Te explican investigaciones arqueo-astronómicas y etnográficas de la zona equinoccial. Tienen un pequeño bosque de figuras, te enseñan a equilibrar un huevo sobre un clavo y te dan un diploma acreditativo de que lo has conseguido… vamos, lo normal.
El primero en equilibrar el huevo fue Xavi, el segundo Toni y el tercero yo pero no todo el mundo pudo conseguirlo. A Toni y a mí nos hicieron falta muchos intentos y minutos para equilibrar el huevo pero el diploma va camino de casa.
Una de las mayores curiosidades es la explicación de la fuerza de Coriolis, la que hace el giro del agua. Esa eterna duda/mito de si cambia el sentido del giro dependiendo del hemisferio en el que te encuentres.
Lo hacen divertido porque en el Museo Inti Ñan te lo enseñan empíricamente. Primero quitan el tapón en la línea ecuatorial, traga sin giro, luego el hemisferio Norte, cae en el sentido del horario y, por último, en el hemisferio Sur, en sentido antihorario y para ello… sólo había que moverse un par de metros.
Las hojas que sueltan en el agua es para que se vea más claro el giro que realiza. ¿Tiene truco?. Para saberlo solo hay que ir a Inti Ñan y te lo explican de una forma muy entretenida.
El museo valió la pena y lo recomendaría a todo el mundo que pasara por Ecuador ya que explica, como ya he dicho de una manera fantástica todos los mitos de la mitad del mundo.
Luego cogimos un bus y paramos en un mercado ya que, Xavi y Toni, querían comprar algo, de vuelta a sus ciudades, para sus familias.
También pasamos por el antiguo aeropuerto, ahora convertido en parque bicentenario. Inaugurado el 27 de abril de 2013, con 125 hectáreas el Parque Bicentenario es uno de los espacios verdes más ambiciosos de la ciudad, que a diario visitan cientos de quiteños para andar en bicicleta, hacer caminatas o practicar deportes. Es uno de los más importantes proyectos estratégicos para cambiar la estructura de Quito y así volverla, física y socialmente, diversa y ambientalmente sustentable. También es un sitio donde se presentan eventos especiales como: festivales de música al aire libre o competiciones deportivas.
Para rematar el día que aún teníamos nuestras secuelas de cansancio a causa del bodorrio, Roberto y Maca, nos invitaron a comer un Sushi riquísimo al estilo americano a su casa y pasamos una de las mejores noches aparte de la boda que pasamos en Quito.
Al anochecer volvieron las despedidas y tuvimos que decir adiós a Xavi que se alejaría a su lugar de trabajo y residencia de Estados Unidos con un fuerte abrazo. Un buen amigo más al que pueda saludar de vez en cuando. Nos despedimos con un: hasta luego.
Etiqueta: La vuelta al mundo
07 / 09 / 15