Tiempo: Sol y nubes
Pocas veces en mi vuelta al mundo había podido sentirme como en casa y, aunque dormía en un sofá en el piso compartido de Joan con tres chicas más, aquella tranquilidad me resultaba un auténtico placer.
Por la mañana pude leer las noticias tranquilamente mientras desayunaba un bol de cereales con chocolate que me hizo pensar en mis tiempos de niño, cuando los cereales volaban en una buena mañana de sábado.
Seguido me puse a arreglar las cosillas de la bici que aún faltaban como: los frenos, poner a punto los cambios y, finalmente, compras por los supermercados de la zona para reponer los gastos que podía ocasionar a Joan.
Por la tarde fui a buscar a Joan en UE Square y de ahí fuimos de compras por un raro Decathlon, que había empezando a trabajar, hacía dos semanas, en Singapur.
Después fuimos a un centro comercial para mirar cámaras y así sustituir mi gopro estropeada. Con Joao, un amigo de Joan, nos acompañó a cenar al mercado central una cantidad deliciosa de pinchos a la brasa con cerveza. Al igual que podía decir que en Vietnam era la cerveza más barata del mundo, en Singapur, es todo lo contrario. Algo realmente opuesto a lo vivido últimamente y que hacía prohibir de mi dieta esta bebida.
Etiqueta: La vuelta al mundo
05 / 12 / 14