Distancia recorrida: 22 km
Tiempo: Sol y Tormentas... de locos
Después de pasar un día y medio en Hoi An tenía claro que, a diferencia de otros lugares de esta vuelta al mundo, este era un lugar especial.
Tiene de todo y para todos los gustos. Quieres historia?: Hoi An es única y la marca de la guerra no es muy visible con lo que sus edificios aún atesoran la belleza de antaño. Quieres relax?: sus playas e islas te dan todo eso y más. Quieres diversión?: la fiesta no para... Quieres aventura?: en la jungla las que quieras. Buena cómida?: te puedes hartar de buena comida y barata. Cerveza?: 20 céntimos de euro... PARAÍSO TERRENAL... Pero en el día de hoy, sin electricidad en todo el pueblo.
Para empezar mi último día en este fantástico lugar me fui a pasear solo hasta una de las islas y desayuné un bocadillo barato y rico, rico.
Cuando volví al hostal el panorama estaba revolucionado gracias a que era el cumpleaños de Rachel, una de las hijas de Steve, el propietario del Hostel sleepy Gecko. La celebración del cumpleaños estaba la comida incluida para todos nosotros, con lo que degustamos algunas delicatessens, como la carne envuelta de verduras y hojaldre. También una especie de guiso de carne y patatas muy rico.
Para finalizar regalos y más regalos para la cumpleañera y tarta junto al cumpleaños feliz.
Después, Adam, Ben y Arthur, se despidieron, ya que cogían el autobús rumbo a Laos y yo y Jenny nos fuimos a dar un paseo por el casco antiguo y así también podíamos hacernos fotos en sus reliquias ancestrales. En el mismo paseo empezó a llover y volvimos al hostal donde Claire y sean estaban pensando en ir a comer algo. Les acompañamos y aunque yo quería sacar dinero de un cajero no pude por el corte de corriente.
Por la tarde la pareja Irlandesa formada por Claire y Sean se marcharon dejando atrás esa experiencia con la que ninguno de nosotros podrá olvidar por lo bien que lo pasamos.
Descansé un rato. Después conocí a un chico danés que estaba trabajando en Hoi An. El chico muy majo me indicó lugares baratísimos donde comer. Ojo al dato : Café 43 céntimos ... Cualquiera que vaya a Hoi An no se puede perder este restaurante. Un restaurante baratísimo donde bebí una cerveza de las más baratas y buenas de mi vida, 3000 donks (o sea 11 céntimos de euro) además la sopa de wanton está riquísima.
Tuve suerte en la ida y en la vuelta al restaurante de que no me cogiera una tormenta tropical de esas que empiezan a tope y se paran en seco.
Una de estas había inundado la habitación compartida.
Etiqueta: La vuelta al mundo
05 / 10 / 14